El Clima del frío polar al calor del trópico

El Clima del frío polar al calor del trópico

El Clima del frío polar al calor del trópico

 Fuente: La Tierra y el Universo. Ed. Salvat.

Nuestro planeta presenta distintas zonas climáticas, determinadas por factores como la latitud; la altitud; la distribución de continentes, islas y mares; las corrientes oceánicas o las presiones de la atmósfera y por  fenómenos meteorológicos como los vientos, las lluvias y las tormentas. En la Tierra hay vida en cualquier tipo de clima. El ser humano se ha adaptado a ellos e inventado recursos para soportar los más extremos.

El factor climático más importante y permanente es la latitud, o distancia relativa respecto al círculo del ecuador. La latitud se mide gracias a unas líneas imaginarias, paralelas al ecuador, que se llaman precisamente paralelos.

El círculo ecuatorial corresponde al paralelo cero. Luego la latitud aumenta en dirección a ambos polos. Por eso decimos, por ejemplo, que Pekín está a 40° de latitud norte. Otros paralelos que definen zonas climáticas son los trópicos y los círculos polares. Las zonas ecuatoriales son más calientes porque reciben más calor del Sol, mientras que la temperatura desciende a medida que nos acercamos a los polos.

Así, la franja central del Planeta, comprendida entre los dos trópicos, presenta un clima cálido y lluvioso, o sea tropical. A continuación hay una franja de clima subtropical, que mezcla zonas secas y húmedas, con temperaturas templadas.
En el hemisferio norte, a parrir del paralelo 50, se encuentran climas fríos y húmedos, que afectan a Canadá, los países escandinavos, Europa central y el norte de Asia. Finalmente, está el clima frío polar, que coincide casi exactamente con los círculos polares. Tienen grandes extensiones de hielos permanentes y una temperatura siempre por debajo de cero grados.

El clima también se ve afectado por un proceso anual, que conocemos como ciclo de las cuatro estaciones. Este ciclo se relaciona con el movimiento de traslación de la Tierra y con el hemisferio más expuesto al Sol en los distintos momentos de la elipse. En las dos fases en que ambos astros están más próximos, se produce el verano en un hemisferio y el invierno en el opuesto. A medida que la Tierra se aleja en su órbita, les suceden respectivamente el otoño y la primavera, que son estaciones más templadas.

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